Villa Gaspar

Cuenta la leyenda que, en su camino a Granada, la reina Isabel se detuvo a descansar en algún paraje del valle del río Guadalquivir a las afueras de Úbeda. En ese lugar que es hoy la finca familiar y bautizada como “La Católica” en a honor a ella, comienza la historia del legado, cuando D. José (Pepe) Anguís Acosta comenzó a cultivar esta tierra de olivos hace más de cincuenta años.

D. José Anguís Acosta era un empresario agrícola dedicado a la gestión de sus fincas y del molino de aceite que poseía en la calle Campanario junto con su madre Dª. Trinidad Acosta de la Torre. Casado con Dª. Josefa Saro Díaz, del matrimonio nacieron once hijos. D. José transmitió su sabiduría, buen hacer y pasión por el cultivo del olivo a todos ellos, incluido a Gaspar. 

Gaspar creció entre olivos y aceite, y siempre rememoraba con orgullo cómo en la almazara familiar elaboraban este manjar. Tras la muerte de sus padres, Gaspar continuó con la tradición familiar cultivando las 16 hectáreas de olivar que él mismo ayudó a plantar, y transmitió a sus hijos la misma pasión que sus antepasados le transmitieron por este místico elixir.  

×